Dentro de las competencias en las que han participado, la más díficil que han tenido, ha sido la Media Maratón de Bogotá por el número y la cantidad de participantes que hay. Para ellos la medalla más valiosa y más sacrificada es aquella que ganan cuando están cansados y a pesar de todo, cruzan la meta y la consiguen.
Su interés por el deporte, nace en 2006, a raiz de una serie de enfermedades que tuvieron; y luego de recomendaciones médicas, se motivaron y ahora, no pueden dejar de ejecrcitarse para seguir mantendiendo una buena salud, lo que los llena de fuerza y mucho ánimo.
Cada día salen a entrenarse al velódromo de San Cristóbal, al centro de Bogotá, subiendo escaleras, bajando y corriendo alrededor de los parques. Como adultos mayores tienen algo claro y es que ellos sí tienen potencia y pueden, por eso, a los jóvenes, siempre les recalcan que hagan deporte proque este es vida y salud.