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Instituto para niños ciegos


  • En el Año de 1926 fue fundado “El Instituto Colombiano para Ciegos”, por el Licenciado Juan Antonio Pardo Ospina, miembro de una prestante familia de la sociedad Bogotana. Inicia labores en su casa de habitación, unos meses después traslada el Instituto a la “Sala Samper”. En este año se expide la ley 45 de 1926, por la cual se fomenta la educación para ciegos en Colombia cuyo autor de esta ley es el Licenciado Juan Antonio Pardo Ospina. Se le da a la institución una Junta Directiva formada por el Presidente de la Sociedad de San Vicente de Paul, el secretario del Ministerio de Instrucción y Salubridad Pública y un tesorero que nombrara este mismo Ministerio.

 

  • El 1 de marzo de 1927, se organiza el internado de la institución, en un local tomado en arrendamiento y funciona el inter-nado, semi-internado y externado. Se organizan secciones de litera-tura, música y talleres. Se expide por el congreso la ley 40 de 1927 redactada por Don Juan Antonio Pardo Ospina ley que hace más estable al Instituto y su organización.

 

  • En 1932 se inició la construcción del edificio del Instituto y la primera piedra se consagró como homenaje al cuerpo docente del Instituto. Se organizó una banda de música y empezó a funcionar en forma el conservatorio de música con clases de violín, piano, contrabajo, flauta, clarinete, trompeta, canto, música religiosa.

 

  • En Agosto de 1957 debido a una afección cardiaca, fallece el Licenciado Juan Antonio Pardo Ospina, quien además de muchos méritos y honores, había sido candidatizado por el premio Nóbel de la Paz y había contribuido a la creación del Consejo Mundial para la Promoción Social de los Ciegos (Oxford 1949) así como al Consejo Internacional para la Educación de Jóvenes Ciegos (París 1951) y del Consejo Panamericano Pro Ciegos (Sao Paulo 1954).

 

  • En 1979 el Ingeniero Ricardo Triana Uribe, con limitación visual, es nombrado Director general, y la hermana Hersilia Betancourt se encarga de la Rectoría Académica. Crea la Sección “Especial Ricardo Triana Uribe”, para niños con limitación visual y problemas asociados tales como retardo mental. Logra abrir nuevas fuentes de financiamiento a la entidad, con lo cual facilita su estabilización y la ampliación de sus ser-vicios y  asegura la cooperación de entidades públicas y privadas para el logro de los fines del instituto.

 

  • En 1983 Tiflóloga de la Universidad Pedagógica Nacional, asume la Rectoría, reemplazando en el cargo a Gustavo García Hernández, quien la desempeñaba desde 1980.

 

  • En 1984 la junta directiva haciendo honor al fundador cambia el nombre de la institución para llamarla: Instituto para Niños Ciegos, Fundación Juan Antonio Pardo Ospina.

 

  • El instituto se ha venido consolidando, actualizando sus programas de formación integral de los niños con limitación visual de ambos sexos, desde los primeros meses de vida hasta la terminación de su educación musical.

 

  • En el año 2000 se realiza el proyecto de Integración Escolar según decreto 2382 del 18 de noviembre de 1996, y se ejecuta en el 2001.

 

  • Las personas que actualmente dirigen y encaminan la labor en pro de los niñas y jóvenes con o sin limitación visual son Doctor Alonso Jaramillo Contreras Director General,  Doctor Germán Wills Figueroa Subdirector General, Licenciada Martha Tique García Rectora Académica, Josefina Caicedo Portilla Directora Administrativa, Director de proyectos, relaciones públicas, mercadeo, director conjunto vallenato Álvaro Jaramillo Contreras. Cuerpo Docente, terapéutico y Servicios Generales. 


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El Instituto Para Niños Ciegos, Fundación Juan Antonio Pardo Ospina, es una entidad sin ánimo de lucro, inspirada en principios cristianos y encaminada a la formación y protección de niños, niñas y jóvenes a nivel nacional, con limitación visual, asociado o no a déficit cognitivo a través de programas de educación formal y no formal con énfasis en el área artística musical, con la colaboración de personal especializado. Lo anterior en pro de asegurar el pleno ejercicio de los derechos y responsabilidades, para promover una personalidad integra, autónoma e independiente, indispensable para su incorporación.