El templo, ubicado al suroriente de la ciudad en el barrio 20 de Julio, es uno de los más importantes centros de peregrinación y oración de Bogotá. Sobresalen la figura del Cristo Resucitado del altar mayor elaborado en mármol, las lámparas que penden de la nave principal y los bellos vitrales dispuestos en las naves laterales. La imagen del Divino Niño Jesús se venera en una pequeña capilla-corredor situada a espaldas del altar mayor.
La devoción se debe a que en el año de 1935, cuando el padre salesiano Juan del Rizzo llegó al barrio Veinte de Julio, convencido de la importancia de honrar la infancia de Jesús, decidió encargar, en el almacén de arte religioso Vaticano del barrio La Candelaria, una imagen del infante que traslada a aquellos campos disponiéndose a propagar su devoción.
Desde entonces el Santuario del Divino Niño ha crecido en configuración arquitectónica y en feligreses que por millares, con recogimiento y fe, acuden en acción de gracias y en busca de ayuda a sus necesidades. El santuario congrega a su alrededor un conjunto de obras que apoyan el trabajo social con las comunidades menos favorecidas de la ciudad. El templo, la plaza cubierta anexa y el parque del barrio se colman de visitantes y devotos que todos los domingos acuden en romería a venerar la milagrosa imagen.